Se acerca el Adviento – escribió en su «Diario» santa Sor Faustina –, deseo preparar mi corazón para la venida del Señor Jesús con la docilidad y el recogimiento del espíritu, uniéndome a la Santísima Virgen e imitando fielmente su virtud de la docilidad por la cual encontró complacencia a los ojos de Dios Mismo. Confío que a su lado perseveraré en este propósito (Diario 1398). En este año litúrgico, el primer domingo de Adviento coincide con el 1 de diciembre. El inicio del Adviento litúrgico constituye a la vez el inicio del nuevo Año Litúrgico, que este año es el 30 de noviembre. Se trata de un tiempo gozoso de espera de la Navidad, tiempo de preparación espiritual de las Fiestas Navideñas, al mismo tiempo que esperamos la segunda venida de Cristo al mundo. También es un tiempo para sensibilizar el corazón para las venidas diarias de Nuestro Señor aquí y ahora, como lo hacía santa Sor Faustina, ejercitándose en el espíritu del silencio y el recogimiento. La alegría de vivir este misterio de nuestra fe dependerá de la espera y la preparación con la que lo hayamos vivido, misterio que nos habla del nacimiento del Hijo de Dios, la Misericordia Encarnada.