Quienes más ayudaron a Sor Faustina en la vida espiritual, el discernimiento y en el cumplimiento de su misión profética, fueron los sacerdotes: el confesor y director espiritual que tuvo en Vilna fue el padre Miguel P. Sopoćko, y en Cracovia, el P. José, Andrasz SJ.
Beato Padre Miguel Sopoćko
La primera vez que el Padre Miguel Sopoćko se encontró con Sor Faustina Kowalska fue en junio de 1933, en Vilna. Allí, él era confesor ordinario de las Hermanas de la Congregación de la Madre de Misericordia. Ya desde el principio me dijo – según recordaba años más tarde – que me conocía desde una visión que había tenido, según la cual yo debía ser su director espiritual y debía llevar a cabo ciertos planes de Dios, los cuales serían transmitidos a través suyo. El Padre Miguel Sopoćko fue confesor y director espiritual de Sor Faustina hasta el 21 de marzo de 1936, es decir, hasta su salida de Vilna. A partir de entonces, mantuvo con ella un contacto asiduo mediante una animada correspondencia, a través de la cual, le daba indicaciones y orientación acerca de la vida espiritual y de cómo llevar a cabo la misión que le había sido encomendada; luego, cuando ya residía en Cracovia, él tuvo ocasión de visitarla en el convento o en el hospital de Prądnik. Fue bajo su encargo que Sor Faustina comenzó a escribir su «Diario» espiritual. También se preocupó de todo lo necesario para que se pintara la primera imagen de Jesús Misericordioso en Vilna, en 1934, donde se le rindió culto público, hecho que tuvo lugar en Ostra Brama durante la celebración del Jubileo de la Redención, los días 26 y 28 de abril de 1935. Antes de la Segunda Guerra Mundial, trató de persuadir a las autoridades eclesiásticas para que se instituyera la fiesta de la Divina Misericordia. Escribió diversas obras dedicadas a la verdad sobre la Divina Misericordia. Hasta el final de sus días se esforzó para conseguir la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia y para lograr la aprobación del culto a la Divina Misericordia.
Nació el 1 de noviembre de 1888 en Juszewszczyzna, en el distrito de Oszamiańsk. En 1910 entró en el seminario de Vilna. Fue ordenado sacerdote en 1914 y pasó cuatro años trabajando como vicario en la localidad de Taboryszki. Entre los años 1919-1924 ejerció su ministerio como capellán militar en Varsovia y también realizó estudios especializados en la Facultad Teológica de la Universidad de Varsovia y en el Instituto Pedagógico. En 1924, fue trasladado a Vilna, donde todavía desempeñó su servicio como capellán militar hasta 1932. Desde 1928 fue contratado para sustituir al profesor de teología pastoral en la Facultad Teológica de la Universidad Stefan Batory. En el período que va de 1927 a 1932 fue padre espiritual en el seminario de Vilna. Unos años más tarde, en 1947, llegó a Białystok, donde dio clases en el seminario, cargo que desempeñó hasta 1962. Sorprende la gran variedad de su ministerio: era sacerdote de parroquia, catequista, organizador de la enseñanza, educador, profesor de universidad y del seminario, director espiritual, confesor de seminaristas, sacerdotes y religiosas, capellán castrense, activista que luchó por la erradicación del alcoholismo y constructor de iglesias.
Murió en Bialystok el 15 de febrero de 1975. En 1987 comenzó el proceso diocesano para la causa de beatificación del Padre Miguel Sopoćko. Las actas del proceso fueron transferidas en 1993 a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma. Finalmente, en 2004, el Papa Juan Pablo II promulgó el decreto de las virtudes heroicas del Siervo de Dios, y a continuación firmó el decreto sobre el milagro atribuido a su intercesión. La beatificación se celebró en Bialystok el 28 de septiembre de 2008. Sus reliquias descansan en la iglesia de la Divina Misericordia en Białystok, templo que ha sido consagrado como santuario diocesano.