El dinámico desarrollo de la devoción a la Divina Misericordia y de la numerosa afluencia de peregrinos al Santuario de la Misericordia en Cracovia-Łagiewniki, especialmente después de la beatificación de Sor Faustina, hizo que el arzobispo de Cracovia, el cardenal F. Macharski, constituyera en 1996, una fundación destinada a la construcción de un nuevo templo (con capacidad para 5 000 personas) y locales con servicios sociales para los peregrinos. Un año más tarde (el 7 de junio de 1997), durante la visita de Juan Pablo II al Santuario de Łagiewniki, el Papa Juan Pablo II bendijo una piedra procedente del Gólgota como la primera piedra de la iglesia, y pudo ver la maqueta del desarrollo del santuario que le fue presentada, dejando en ella su firma. El 17 de agosto de 2002, durante la última peregrinación del Papa a su querida patria dedicó el nuevo templo, y tras su bendición, consagró el mundo entero a la Divina Misericordia. Luego, el 6 de marzo de 2003, el templo fue elevado a la categoría de Basílica Menor.
La basílica, fue construida siguiendo el proyecto de Witold Cęckiewicz, que le dio la forma de un barco, que alude al «Arca de la Alianza» contemporánea, en la que se pueden salvar todos aquellos que ponen su esperanza en la misericordia de Dios. En el presbiterio de la iglesia, detrás de un enorme altar de piedra, se encuentra el sagrario, que tiene la forma del globo terrestre con los continentes bien marcados, abrazado por un arbustos azotado por fuertes vientos, que simboliza el mundo moderno o al hombre contemporáneo sacudido por diferentes corrientes. En este arbusto, y justo encima del sagrario está la imagen de Jesús Misericordioso (obra de Jan Chrząszcz), que nos recuerda lo que dijo el Papa Juan Pablo II: que el mundo encontrará la paz en la misericordia, y el hombre encontrará su felicidad. Algunos ven, en la decoración que hay en el presbiterio, un símbolo de la zarza ardiente a través de la cual habló Dios a Moisés, pues así como en el pasado Dios habló a Moisés, similarmente, en nuestros tiempos, Dios ha hablado al mundo por medio de santa Sor Faustina, dejándonos el mensaje profético de la Divina Misericordia para la Iglesia y para el mundo entero.
En la pared que separa el presbiterio de la nave principal, se puede ver una pintura de la Virgen de Ostrobrama, Madre de la Misericordia, copia de la que hay en el Santuario de Vilna, en la Puerta de la Aurora (obra de Jan Chrząszcz), y en la parte opuesta, en la pared, se ha colocado un fragmento del acto de consagración del mundo a la Divina Misericordia, que hizo Juan Pablo II en esta basílica el día 17 de agosto de 2002. En la entrada de la basílica, se ha puesto una piedra procedente del Gólgota, y que fue bendecida por Juan Pablo II, y una placa conmemorativa de la segunda peregrinación del Papa al Santuario de Łagiewniki, cuando hizo la consagración de la basílica de Łagiewniki (17 de agosto de 2002).
En los espacios verticales de las ventanas y por encima del coro, se han instalado preciosas vidrieras, que con una superficie total de 148 m2, constituyen las mayores vidrieras de Cracovia. Las vidrieras representan un gran sol, tras el cual se puede ver una cruz luminosa, símbolo de la fe, como el signo más elocuente de la Divina Misericordia. Por debajo de la línea del horizonte se vislumbra el mar, que armoniza con las vidrieras laterales de la basílica, y que parece como si saliéramos de las profundidades del mar. Los autores de las vidrieras son el arquitecto de la basílica de Łagiewniki, el Prof. Witold Cęckiewicz y la artista Małgorzata Toborowicz.
En la parte inferior de la basílica, la cripta, hay cinco hermosas capillas, dispuestas en forma radial, cuya decoración fue obsequio de las iglesias de algunos países europeos. Situada en el centro de la cripta se encuentra la capilla dedicada a santa Sor Faustina, cuya decoración fue obsequiada por la Conferencia Epis- copal Italiana (de ahí que se la conozca como la «capilla italiana»). En la parte trasera de la capilla, detrás del altar, está el sagrario, cuya forma alude a una flor en desarrollo, lo que se refiere a las palabras de santa Faustina, la Apóstol de la Divina Misericordia, cuando escribió en su Diario que el amor de Dios es como una flor, y la misericordia es su fruto (Diario, 949). Encima del sagrario hay una imagen de santa Sor Faustina, con el “Diario” en la mano, obra de Jan Chrząszcz, que se inscribe en la parte posterior del altar en forma de un libro abierto. Delante del altar, hay una reliquia de santa Sor Faustina, que ha sido colocada en un relicario en forma de rosa. El altar, el púlpito y la base del relicario han sido esculpidos en mármol travertino claro, las paredes revestidas con baldosas de placas de arenisca polaca, las baldosas del pavimento han sido dispuestas radialmente, lo que recuerda a la parte superior de la basílica, y también, acentúa la idea de los rayos que salen de la imagen de Jesús Misericordioso, que son un símbolo de todas las gracias. La capilla está coronada por una cúpula. La dedicación solemne de la capilla, tuvo lugar en el centésimo aniversario del bautismo de santa Sor Faustina, que coincidió con el ingreso del arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanislaw Dziwisz, y que presidió el cardenal Camillo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal de Italia, en la Catedral de Wawel, el día 27 de agosto de 2005.
En la parte derecha de la entrada que da a la cripta de la basílica se encuentra la capilla Communio Sanctorum, que el 9 de octubre de 2004, durante la peregrinación nacional de los húngaros, consagró el primado de Hungría, el Cardenal Péter Erdo junto con el cardenal arzobispo de Cracovia Franciszek Macharski. La decoración de la capilla fue obsequiada por la Iglesia húngara, de ahí que sea conocida con el nombre popular de «capilla húngara.» Está decorada con bellos mosaicos en las paredes laterales, que representan a más de 60 santos y beatos de Hungría, Polonia y de otros países europeos, que dejaron su huella en la historia de la Iglesia. Cada uno de los grupos de santos y beatos va acompañado con el texto de una de las ocho bienaventuranzas que Jesús nos dejó en el Sermón de la Montaña, y que constituyen un comentario de las vidas de los mencionados santos. La procesión de los santos está encabezada por la Virgen María, Madre de Dios. Sobre el altar de mármol se halla un precioso mosaico de Jesús Misericordioso con santa Sor Faustina al lado, que está escuchando las palabras del Señor y alrededor de dicha escena, están escritas, en varios idiomas, las palabras: Jesús, en Ti confío. Ante el altar, en un relicario en forma de una mano derecha, se halla una reliquia de San Esteban, rey de Hungría. El diseño del interior de la capilla se debe al sacerdote y artista greco católico húngaro László Puskás, quien ejecutó la obra junto con su esposa.
A la derecha, junto a la capilla Communio sanctorum, se encuentra la Capilla de san Andrés Apóstol, que fue obsequiada por la Iglesia greco católica de Polonia y de Ucrania. El iconostasio con la imagen de san Andrés, que es el santo patrono de la Iglesia de Oriente, es obra del artista ucranio Lubomir Medwid. La capilla está decorada con ricas pinturas murales ejecutadas en el espíritu de la tradición oriental, y contienen un mensaje relacionado con la historia de la Iglesia. Estas pinturas, que son composiciones de los artistas Timur Karim y Małgorzata Dawidiuk, nos muestran: El Concilio sobre la Madre de Dios, el Bautismo de Rusia (y Ucrania), la Santísima Trinidad del Antiguo Testamento (la escena que representa la hospitalidad de Abraham), Cristo Acheiropoietos (Mandylion, el santo pañuelo de Abgar) y la Exaltación de la Santa Cruz. La ceremonia de dedicación de la capilla tuvo lugar el 24 de junio de 2007, y quien consagró la capilla fue el arzobispo greco católico de Przemysl y Varsovia, Jan Martyniak y el cardenal arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz.
En la parte izquierda de la entrada que da a la cripta de la basílica está la Capilla de la Santa Cruz, en cuyos interiores colaboraron fieles de Alemania, y por lo tanto, también se la conoce como la «capilla alemana». En el presbiterio de la capilla, llama la atención una gran cruz, en la que se colocó una corona de espinas. Las paredes contienen las estaciones del Vía Crucis. Tanto la Cruz como las estaciones de la Pasión del Señor nos hablan del amor misericordioso de Dios para con el hombre.
A la izquierda, junto a la Capilla de la Santa Cruz, se encuentra la Capilla de Nuestra Señora de los Siete Dolores, cuya decoración es un obsequio de la Iglesia de Eslovaquia, y por lo tanto también se llama «capilla eslovaca.» Su diseño es obra del arquitecto Marian Sitarčika. En ella llama la atención la hermosa Piedad, obra de Jan Lesňák. Las paredes están decoradas con frescos que muestran los siete dolores de Nuestra Señora, obra del pintor Peter Čambál, donde también se pueden ver las palabras del «Magnificat», escritas en las lenguas litúrgicas de la Iglesia de los tiempos de los apóstoles de los eslavos, san Cirilo y Metodio: que son la lengua de la iglesia paleo eslava, el latín, el griego, el hebreo, y finalmente el idioma eslovaco. En la pared que hay detrás del altar se encuentra un gráfico que muestra el sepulcro de Jesús y la resurrección. La solemne dedicación de la capilla tuvo lugar durante la peregrinación nacional de los eslovacos, el 19 de abril de 2008, y el presidente de la Conferencia de los obispos eslovacos, el Obispo František, Tondra, y su eminencia Jan Babjak, Arzobispo greco católico de Preszów, junto con el cardenal arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz.
Junto a la basílica se encuentra una enorme torre (de 76 metros), con una cruz en lo más alto de la torre. A una altura de unos 40 metros, en la parte superior de la torre, hay un mirador desde el cual se puede ver un precioso panorama de Cracovia y sus alrededores, y cuando hay buena visibilidad, incluso se pueden ver las montañas del Tatra. A la torre se puede subir a pie (315 peldaños), o en ascensores. Sobre la entrada a la torre se encuentra una estatua del Papa Juan Pablo II (obra del escultor Witold Cęckiewicz), que representa al Papa como peregrino de la paz (con una paloma en la mano) y como aquel que lleva el don del mensaje de la Misericordia al mundo entero. El monumento fue inaugurado el 27 de mayo de 2006, durante la peregrinación del Papa Benedicto XVI al Santuario de Łagiewniki.
Frente a la Basílica, en la parte superior de sus paredes, se ha colocado un carrillón con nueve campanas, que toca unas melodías que aluden a la misericordia de Dios. En las campanas están inscritos los nombres de: Jesús, santa Sor Faustina, el Papa Juan Pablo II, y los santos de Cracovia: san Estanislao, san Jacinto, santa Eduvigis, san Juan Kanty, san Rafael Kalinowski y san Alberto Chmielowski. Las campanas fueron bendecidas por el cardenal arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, en la Fiesta de la Misericordia de 2009.
Hna. M. Elżbieta Siepak ISMM
Traducción del polaco: Xavier Bordas Cornet
Santuarios/El Santuario de Misericordia en Cracovia-Łagiewniki