Polonia, patria mía querida, oh si supieras cuántos sacrificios y cuántas oraciones ofrezco a Dios por ti (Diario 1038). Oh Patria mía, no hay día en que no rece por ti (Diario 1188) – Esto lo escribió santa Sor Faustina en su «Diario». Y cuando suplicaba por una bendición para Polonia, el Señor Jesús le dijo: Por ti bendigo al país entero (Diario 39), y en otro lugar: Por ti bendigo la tierra (Diario 980, 1078). En otra ocasión dijo: Por ti bendigo al mundo (Diario1061). Ahora, cuando ella tiene más posibilidades de actuar, no ha dejado de interceder en el Cielo. Entonces, pidamos para que hoy, a la luz del misterio de la Divina Misericordia muestre a las generaciones contemporáneas este tesoro, que es la Patria con todo su patrimonio, que fortalezca toda nuestra nación en todos los esfuerzos que se hacen para alcanzar el bien común y la renovación moral de los Polacos, para que con confianza se dirijan a Dios, para que el mundo encuentre la paz y la felicidad humanas.