Mapa del Santuario debajo del texto
Nos encontramos en el cementerio del convento que se estableció en la propiedad de la Congregación en 1892. Allí reposan los restos mortales de las religiosas y sus antiguas alumnas, los capellanes y de personas relacionadas con el convento. Este lugar guarda muchos secretos muy grandes. Son personas que ofrecieron su vida a Dios por diversas intenciones, por ejemplo, por la conversión de las personas encargadas del cuidado apostólico de la Congregación, por el salvamento de Cracovia durante la Segunda Guerra Mundial o como expiación de los pecados. Entre estas personas se encontraba también Sor Faustina que, a petición de Jesús, ofreció su vida por los pecadores, especialmente por los que habían dudado de la misericordia de Dios y estaban condenados a perder su vida con Dios para siempre. Cuando un día Sor Faustina visitó este cementerio, dijo en su espíritu a las hermanas difuntas: «¿Seguro que sois muy felices?» Y como respuesta oyó: «Somos felices en la medida en que hemos hecho la voluntad de Dios».
Tras su funeral, el 7 de octubre de 1938, el cuerpo de Sor Faustina fue depositado en este cementerio en una tumba (junto a la estatua de la Madre de Dios). La fama de la santidad de su vida y las gracias obtenidas por su intercesión atraían aquí a los peregrinos. Tras el inicio del proceso de la beatificación a nivel diocesano, en noviembre de 1966, los restos mortales de Sor Faustina fueron exhumados y trasladados a la capilla. Hoy se encuentran bajo el altar de la imagen milagrosa de Jesús Misericordioso.
Después de acabar el proceso de la beatificación en Roma, y luego de promulgar el decreto sobre la heroicidad de sus virtudes y de la confirmación de una señal del cielo en forma de un milagro, el 18 de abril de 1993 el Papa Juan Pablo II elevó a Sor Faustina a la gloria de los altares; y el 30 de abril de 2000 la declaró como santa. Entonces dijo: «Hoy es verdaderamente grande mi alegría al proponer a toda la Iglesia, como don de Dios a nuestro tiempo, la vida y el testimonio de sor Faustina Kowalska». Este mensaje de la misericordia que Jesús le dio a Sor Faustina el Papa le dio a la Iglesia y al mundo, proféticamente exclamando: «¿Qué nos depararán los próximos años? ¿Cómo será el futuro del hombre en la tierra? No podemos saberlo. Sin embargo, es cierto que, además de los nuevos progresos, no faltarán, por desgracia, experiencias dolorosas. Pero la luz de la misericordia divina, que el Señor quiso volver a entregar al mundo mediante el carisma de sor Faustina, iluminará el camino de los hombres del tercer milenio».
- Portón de la entrada
- “Casa de Santa Faustina” – alojamiento, museo
- Convento
- Casa de “Antoninek” – la Asociación “Faustinum”
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Capilla de Jesús Misericordioso y de la tumba de Santa Faustina
- Oratorio – el lugar de la muerte de Santa Faustina
- Capilla de la Pasión del Señor
- Basílica de la Divina Misericordia
- Capilla de Santa Faustina – italiana
- Capilla Communio Sanctorum – húngara
- Capilla de San Andrés – greco-católica
- Capilla de la Santa Cruz – alemana
- Capilla de la Madre de Dios de los Siete Dolores – eslovaca
- Capilla de la Adoración Perpetua
- Torre mirador
- Cementerio del Convento
- “Casa de Santa Sor Faustina” – restaurante, recuerdos, charlas
- Casa de pastoral – alojamiento, restaurante
- Centro de Educación Juvenil de Santa Sor Faustina
- Punto de Información
- Pasaje comercial – la tienda de la editorial Misericordia
- Auditorio de San Juan Pablo II
- Aparcamiento – para autoóviles de turismo
- Aparcamiento – para autocares y automóviles de turismo
- Aseos
- Puente de la Misericordia – paso hacia el Santuario de San Juan Pablo II y a la parada de tranvía.