La iconografía de la Madre de Dios de la Misericordia no es uniforme, se presenta con una rica diversidad, dependiendo no sólo de la época, sino también de la procedencia, pues las imágenes proceden de diversas partes de Europa, lugares donde se rendía culto a la misericordia de María. En Occidente, desde el siglo XIII, era muy popular la imagen llamada “Mater Misericordiae”, donde se presenta a la Virgen Santísima con un manto, bajo el cual se refugian los representantes de la jerarquía de la Iglesia, ciudades, órdenes religiosas (especialmente los monasterios cistercienses), la fraternidad franciscana y otras comunidades. Estas imágenes se pueden encontrar en iglesias, en banderas y estándares, en conventos y monasterios, en los sellos, y finalmente, en bajorrelieves de madera. Esta concepción iconográfica de la Mater Misericordiae sobrevivió, de forma simplificada, hasta el siglo XVIII.
En la Iglesia de Oriente, la idea de Mater Misericordiae era conocida como Pokrow o Pokrowa, que significa “Protección”, la cual se representaba a María con un velo o chal protector, con el cual la Virgen protegía a los que se ponían bajo su protección. María es quien mantenía el velo en sus manos, o bien eran los ángeles quienes lo guardaban, extendiéndolo por encima de la región o de la comunidad religiosa de la cual Ella era la patrona. La iconografía y la liturgia vinculada al culto de la Virgen Pokrowa, estaba relacionada con una visión que tuvo san Andrés (el loco), en Blacherne: según esta visión, a Andrés se le aparece la Virgen María, en medio de los santos, y después de hacer una oración ante el altar, Ella extiende el velo que tiene en sus manos como un signo de solicitud y protección maternal. En esta iglesia, dicho velo se guardaba como una reliquia de incalculable. Alrededor del culto de esta reliquia se fue desarrollando la idea de la solicitud protectora de la Virgen María, devoción que ha permanecido viva hasta el día de hoy.
Con el tiempo, a la devoción a Mater Miserticordiae se le fueron añadiendo, en la Iglesia de Occidente, nuevos temas o motivos: la protección ante la ira de Dios, lo que hizo que cambiara la iconografía de la imagen. Entonces, se presentaba a María ya sin aquel manto protector, sino como Aquella que rompe las flechas de la ira de Dios, agarrándolas en sus manos. Al principio, en el fondo del cuadro, se veían los lugares amenazados por la ira de Dios, y en la parte central se veía a la Virgen con la flechas rotas en sus manos; más tarde, sin embargo, se muestra sólo a la Virgen María con las flechas en sus manos, en el acto de romper las flechas de la ira de Dios. Este tipo de pinturas iconográficas y esculturas que representan la misericordia de María, fueron popularizadas en el siglo XVII, por los padres escolapios. En Polonia, a esta Virgen se la conoce como Nuestra Señora de la Merced, la cual fue reconocida en el año 1664 por el ayuntamiento de la ciudad de Varsovia como la Patrona de la ciudad, Matka Boża Łaskawa.
Desde el siglo XVII, la Madre de Dios de la Misericordia se venera en la imagen de la Virgen de Ostrabrama (la Puerta de la Aurora), en Vilna. Esta imagen presenta a la Virgen María en la escena de la Anunciación, justo en el momento en que acoge en su seno al Hijo de Dios – la Misericordia encarnada; puede que se trate también del momento en el que pronuncia su «fiat», al pie de la cruz, como parece indicarlo el gesto de las manos cruzadas sobre el pecho. La imagen se hizo famosa por las numerosas gracias y milagros obtenidos, lo que despertó una viva devoción a la misericordia de María; por eso, en 1927, la imagen fue coronada, y la capilla de la Puerta de la Aurora, en Vilna, se convirtió en el Santuario más famoso de esta parte de la Europa del Este, conocido como el Santuario de la Madre de Dios de la Misericordia, hoy en día reconocido no sólo por los católicos.
Mater Misericordiae
Las imágenes de “Mater Misericordiae” relacionadas con la devoción a la Virgen como Madre Protectora, bajo cuyo amparo se refugian sus hijos que solicitan su ayuda, constituyen una de las más conocidas imágenes de la Virgen en Occidente. El símbolo de la misericordia de María como Madre Protectora era su manto; bajo su cobijo, encontraban refugio todos aquellos que buscaban su protección: Papas, cardenales, monasterios, ciudades, comunidades religiosas, etc…El manto de María, en la iconografía, constituye uno de los símbolos más antiguos de protección y autoridad. Este símbolo, el manto, fue introducido en las imágenes de la Mater Misericordiae bajo la influencia de leyendas sobre los milagros acontecidos por mediación de María, que cubre con su manto a personas, ciudades enteras y naciones.
La primera de estas leyendas data del siglo V y habla de la supervivencia milagrosa de un niño judío bautizado, cuyo padre arrojó a un horno lleno de fuego por haber traicionado su propia religión. María lo cubrió con su manto, y de ese modo el muchacho pudo sobrevivir al fuego. Luego aparece una historia sobre la defensa de Constantinopla, cuando la Virgen María protegió la ciudad bajo su manto del ataque de los Ávaros, en el año 626. Otras leyendas hablan de cómo fue salvada la ciudad de Aviñón, o por ejemplo, el monasterio de Mont-St. Michel, ante la embestida de las olas del océano Atlántico. No se sabe cuál de estas leyendas tuvo una mayor influencia en la idea de la Virgen como Mater Misericordiae y en su iconografía. Inicialmente, en la iconografía de la Madre de la Misericordia se presentaba a la Virgen con el Niño Jesús en sus brazos. Sólo más tarde fue cuando aparecía ya sin el Niño, con el manto extendido, bajo el cual encontraban refugio todos aquellos que ponían su confianza en la misericordia de la Madre de Dios. Este mismo tipo de iconografía, a partir del siglo XIII se empezó a difundir por los franciscanos (especialmente entre sus fraternidades y cofradías), y también por los cistercienses, a quienes se les ve en las imágenes de la Mater Misericordiae bajo la protección de su manto, y aún hoy en día tienen en el sello de lacre de la Orden la imagen de la Mater Misericordiae.
En los siglos XVI y XVII el culto de la Mater Misericordiae se propagó en muchos conventos y monasterios. Así por ejemplo, le tenían devoción los dominicanos, las religiosas dominicanas, los carmelitas descalzos, las carmelitas, norbertinos y hmnas. norbertinas, franciscanos, cistercienses…toda esta expansión tuvo lugar sobre todo en Italia, Alemania y Francia. En Polonia, este tipo de iconografía era bastante rara (Jasna Gora, Lviv), porque fue frenada especialmente por un espíritu de piedad que no permitía a los fieles una familiaridad tan grande con la Madre de Dios, es decir, una confianza e intimidad tal que permitiera a los creyentes ponerse a cobijo bajo su manto. A finales del siglo XVIII y a lo lardo del siglo XIX, por la influencia de los cambios en la mentalidad de la época, y debido al menor papel de la religión en la sociedad por las limitaciones impuestas, el concepto de María como Mater Misericordiae empezó a decaer. En la iconografía se abandonó el símbolo del manto como expresión de la misericordia (como protección), y permaneció el símbolo de las flechas de la ira de Dios rotas en sus manos: a esta imagen se le la conoce con la advocación de la Virgen de la Merced o Nuestra Señora de la Gracia (Matka Boża Łaskawa).
Nuestra Señora de la Gracia, la Virgen de la Merced
En el siglo XIV, la peste hizo estragos en Europa Occidental, lo cual contribuyó al desarrollo de la devoción de la Virgen como Mater Misericordiae; a dicha devoción se introdujo también la idea de ponerse bajo su protección para protegerse de la ira de Dios. Esto surgía del hecho que se creía que la peste, las hambrunas y las guerras, fenómenos ante los cuales las personas se veían impotentes y desvalidas, eran manifestaciones de la ira de Dios y por eso los fieles buscaban refugio en la Virgen María. En la iconografía, esta idea se expresaba mediante tres flechas (cada una de las cuales expresaba un desastre diferente: la peste, el hambre y la guerra), rotas en las manos de María o en una postura en la que Ella protege con su manto a aquellos que buscaban protección bajo su amparo. Con el tiempo, las composiciones iconográficas que presentaban a la Virgen María como Mater Misericordiae fueron sometidas a cierta simplificación, al ser descartados aquellos detalles que iban perdiendo relevancia o actualidad: primero se dejó de colocar a los fieles con aquella búsqueda colectiva de la protección bajo el manto de María, y, luego desapareció el propio manto de María. Sólo permaneció en las imágenes la esencia misma de la idea de María como Mater Misericordiae, es decir, la imagen de María y las flechas rotas de la ira de Dios. En tal forma, con este gesto de la Virgen fue como se apareció María a una mujer piadosa en Italia durante una epidemia, pidiendo que se hiciera una procesión penitencial que durara tres días, después de la cual la epidemia cesó. Este tipo iconográfico fue luego propagado en particular por los padres escolapios, que recibieron del Nuncio Apostólico esta imagen de María rompiendo las flechas de la ira de Dios, para colocarla en una iglesia de Varsovia. La imagen se hizo famosa por los milagros, y fue pronto fue coronada. La Virgen María. en esta imagen, era venerada como la Madre de Dios que protege de las epidemias. Desde el año 1664, fue elegida por las autoridades municipales de Varsovia como la principal Patrona de la Ciudad.
La Madre de Dios de la Misericordia de Ostrobrama
Desde principios del siglo XVII, en el Santuario mariano de Vilna, en Ostrobrama (Puerta de la Aurora), los fieles veneraban ya a la Virgen María sin el Niño Jesús, en una actitud orante con los brazos cruzados, en un gesto con el que expresa su «fiat» en el momento de la Anunciación, o al pie de la cruz. En esta imagen, de autor desconocido, María fue venerada desde el principio como la Madre de la Misericordia. En el gran portal del Santuario donde se halla la imagen, estaba escrito en polaco, Madre de la Misericordia, bajo tu amparo recurrimos a Ti Después de la caída de la sublevación de enero, las autoridades rusas ordenaron poner una inscripción en latín; luego, no fue hasta que Polonia recuperó la indepencia, cuando se volvió a la versión original en polaco, pero en 1946, al llegar el comunismo, apareció otra vez en la Puerta de la Aurora el mismo texto en latín. La cabeza de María está rodeada por una preciosa aureola de la que salen los rayos del sol, entre los que se ven estrellas del cielo; en la parte inferior de la imagen, hay una media luna creciente (que fue ofrecida como un exvoto), y que completa toda la composición. Estos atributos de la imagen aluden a las palabras del Apocalipsis de san Juan: Un gran signo apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza (Ap. 12:1). Así pues, Nuestra Señora de Ostrobrama no sólo es la Madre del Hijo de Dios en el misterio de la Encarnación, la Madre que participa en la obra de la Redención (con su «fiat» pronunciado al pie de la cruz), sino que también es la Mujer glorificada, vestida del sol y coronada de estrellas. Es Aquella que intercede continuamente por la Iglesia que peregrina por la tierra, y que tantas veces está expuesta a diversos peligros. Sus imágenes se encuentran en muchas iglesias, conventos y casas particulares, tanto en Lituania como en Polonia.
Redactado por: hna. M. Elżbieta Siepak ISMM
En base al libro de: Mieczysław Gębarowicz, Mater Misericordia Pokrow Pokrowa w sztuce i legendzie środkowo-wschodniej Europy, PAN Instytut Sztuki, Ossolineum 1986.
Traducción del polaco: Xavier Bordas Cornet