El Santuario de la Divina Misericordia en Płock está situado en Stary Rynek 14/18 (en el casco antaiguo), en el convento de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, en el lugar donde comenzó la gran misión profética de santa Sor Faustina Kowalska. El Obispo ordinario de la diócesis de Płock, el obispo Stanisław Wielgus, adoptó una serie de acciones para destacar la importancia del lugar, debido, por un lado, al carácter histórico del lugar, pues fue donde tuvo lugar la revelación de Jesús a santa Faustina, cuando le encargó pintar un cuadro con la inscripción: Jesús, en Ti confío, y cuando le pidió que fuera establecida la Fiesta de la Divina Misericordia en la Iglesia, y por otro lado, debido también a la gran cantidad de peregrinos que visitan este sitio. Por todo ello, el obispo Stanislaw Wielgus, ascendió la capilla de la Congregación al rango de Santuario diocesano y estableció una rectoría, justo el día de la canonización de Sor Faustina, el 30 de abril de 2000. El día 22 de cada mes (el día de la revelación de Jesucristo a santa Sor Faustina) tienen lugar unas celebraciones solemnes en honor a la Divina Misericordia. Además, se celebra la santa misa diariamente (hay varias, por la mañana y por la tarde), y a las tres de la tarde se reza una oración comunitaria en la Hora de la Misericordia y la Coronilla a la Divina Misericordia, con la adoración al Santísimo Sacramento y la confesión, sacramento que administran los sacerdotes durante todo el día. En la actualidad, todo ello tiene lugar en una capilla que substituye a la capilla definitiva, puesto que en el lugar de las revelaciones se están llevando a cabo las obras de construcción de un nuevo templo.
El convento de la Congregación está situado a orillas del río Vístula, en las colinas conocidas como Wzgorze Tumskie, en la parte antigua de la ciudad, cuya rica historia se remota a los siglos X-XI. Los comienzos del servicio pastoral dedicado a la Divina Misericordia en este convento están vinculados a la persona del beato arzobispo Antoni Julian Nowowiejski, que aún como sacerdote, fundó el centro «Ángel de la Guarda» para niñas pobres. El arzobispo Antoni Julian Nowowiejski también fundó una congregación (sin hábito) llamada del «Amor Divino» para llevar a cabo la labor educativa con las chicas. Este instituto de vida consagrada se unió, el 13 de abril de 1899, (con el asesoramiento y los esfuerzos de su fundador), a la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia de Varsovia, que ya tenía mucha experiencia en esta labor apostólica. Las hermanas empezaron a trabajar conforme a su carisma, por lo que el centro «Ángel de la Guarda» fue desarrollándose con éxito. Al principio, había allí unas 50 muchachas internas, y cuando se abrió la filial de la casa en Biała, cerca de Płock, ya eran más de 100 las alumnas que trabajaban bajo la supervisión de las hermanas. Sus ocupaciones estaban distribuidas, según el talento y habilidad de cada alumna, en labores de la lavandería, en el taller de costura y bordado o en la granja en Biała. El ritmo de vida de las hermanas y las alumnas seguía las pautas de la oración comunitaria y el trabajo, que, no sólo constituía la principal fuente de ingresos del convento y el centro, sino que también era una importante labor educativa que preparaba a las chicas para poder vivir, en un futuro, una vida digna en la sociedad. El centro gozaba del reconocimiento de la Iglesia, las autoridades de la ciudad y los habitantes de Płock. Un gran tutor y amigo de la casa fue el arzobispo Julián Nowowijski, autor del libro: «Historia del Centro de la Madre de Dios de la Misericordia». En 1918, el convento y el centro «Ángel de la Guarda» en Stary Rynek fue visitado por el Padre Achilles Ratti, quien más tarde se convertiría en Papa Pío XI.
A finales de la primavera de 1930, la Madre General Michaela Moraczewska trasladó Sor Faustina Kowalska a este convento y le asignó un trabajo en una panadería en la que muchos habitantes de Płock compraban el pan cada día. En la oficina del convento, que se hallaba en Stary Rynek, tuvo lugar un evento histórico para el culto de la Divina Misericordia, a saber, la primera revelación del Jesús Misericordioso que fue la que inició la misión pública de santa Sor Faustina. El 22 de febrero de 1931, Jesús se le reveló según aparece en la conocida imagen con la inscripción «Jesús, en Ti confío.» Santa Faustina dejó escrito en su Diario las siguientes palabras sobre aquel maravilloso encuentro: Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. En silencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba llena del temor, pero también de una gran alegría. Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que vez, y escribe la siguiente inscripción: “Jesús, en Ti confío”. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero. Prometo que el alma que venera esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo Mismo la defenderé como Mi gloria (Diario 47-48). Fue también en el convento de Płock donde Sor Faustina recibió el mandato de Jesús sobre el establecimiento de la Fiesta de la Misericordia el primer domingo después de Pascua. Fue aquí, pues, donde se inició el «luminoso sendero», por donde poco a poco fue transcurriendo la misión profética de Sor Faustina, que consistía en recordar al mundo la verdad sobre el amor misericordioso de Dios para con todos los hombres.
En 1939 se colocó en la capilla por primera vez la imagen de Jesús Misericordioso pintada según la visión que había tenido santa Faustina. El período de la Segunda Guerra Mundial favorecía la difusión de la devoción a la Divina Misericordia, según las formas previstas por la santa. Las hermanas del convento de Płock, no sólo rezaban ante la imagen del Jesús Misericordioso, sino que también divulgaban esta oración, por ejemplo, mediante la distribución de medallitas e imágenes con la Coronilla, material que enviaban junto con paquetes de alimentos que eran enviados a los campamentos y a las prisiones.
En 1950, las autoridades comunistas expulsaron a las hermanas del convento de Płock, por lo que tuvieron que dejar el convento y el centro «Ángel de la Guarda», centro que fue nacionalizado. Transcurridos 40 años, la Congregación recuperó, en un estado ruinoso, la propiedad del centro y con la ayuda de donantes y bienhechores se pudo reconstruir aquel edificio histórico. Junto con la residencia de las hermanas y la apertura de la capilla comenzó a reactivarse y desarrollarse de nuevo, en este lugar, el culto de la Divina Misericordia. En la capilla, primero se colocó una copia de la famosa imagen milagrosa del santuario de Lagiewniki en Cracovia, y a continuación la imagen de Jesús Misericordioso (pintada por Elzbieta Plewa Hoffman), que en los años 1992-2000 peregrinó por todas las parroquias de la diócesis de Płock. El convento en Stary Rynek se convirtió en un lugar donde se proclamaba, practicaba e imploraba la misericordia para el mundo entero, y así se convirtió en objeto de numerosas peregrinaciones, tanto de Polonia como de otros países. Las hermanas, después de su regreso a Płock, no sólo reconstruyeron y restauraron los edificios dañados, sino que también emprendieron con gran entusiasmo y energía la proclamación, y la obra de implorar la misericordia para el mundo y de practicar la misericordia, cumpliendo así la misión carismática de la Congregación. Todo ello, lo empezaron a vivir, en primer lugar en el jardín de infancia o guardería de la que se ocupaban, y a continuación, en el centro para la formación de las muchachas, y en el centro para los jóvenes y al mismo tiempo que atendían a los peregrinos.
El 30 de abril de 2000, día de la canonización de santa Faustina, la capilla del convento se convirtió en Santuario Diocesano de la Divina Misericordia. Hoy en día, justo en el lugar donde tuvieron lugar las primeras revelaciones, se está construyendo un nuevo templo e instalaciones adecuadas para los peregrinos, así como para llevar a cabo la formación de los apóstoles de la Divina Misericordia, y para disponer de una casa de retiros y lugar donde poder llevar a cabo obras de misericordia para con las personas precisadas de un apoyo moral. A pesar de las obras de ampliación del edificio, las hermanas continúan llevando a cabo su misión apostólica, trabajando en el centro diocesano de Pastoral Juvenil y cuidando de la llamada «Ventana de la Vida», que fue constituida en el convento. Sin embargo, la tarea principal de las hermanas es la de estar al servicio de los peregrinos que llegan a este lugar. El Santuario es un lugar de retiros para muchas personas y grupos. Todo lo dicho anteriormente hace del Santuario de Płock un lugar de encuentro con Dios rico en misericordia.
Hna. M. Elżbieta Siepak ISMM
Traducción del polaco: Xavier Bordas Cornet