La escuela de espiritualidad, como su nombre lo indica, significa cierto estilo de vida cristiana y un sistema de formación del mismo, donde todos los elementos de la espiritualidad, como la imagen de Dios, la oración, la ascesis, las prácticas piadosas, las relaciones interhumanas…, se enlazan estrechamente. Cada escuela de espiritualidad tiene su fundador, su doctrina y sus discípulos, que viven según los principios de la misma. Hay generalmente tres elementos que diferencian las escuelas entre sí: el modelo de santidad, los medios para alcanzarla y las indicaciones referentes a la vida espiritual. A las grandes escuelas de espiritualidad, por citar a la augustiniana, benedictina, dominicana, franciscana, carmelita e ignaciana, se suma en nuestro tiempo la escuela de Santa Sor Faustina, que surge del carisma y de la experiencia mística de la Santa.
La escuela de espiritualidad de Santa Sor Faustina está arraigada en el misterio de la misericordia Divina. Este misterio es el fundamento y núcleo de dicha escuela, es el enlace de todos los elementos de la vida espiritual. Él modela la imagen de Dios, la vida sacramental, la oración, las relaciones interhumanas y la ascesis, o sea todo lo que compone la realidad en la relación entre el hombre y Dios. De ahí surgen los rasgos distintivos y característicos de la escuela de espiritualidad de Santa Sor Faustina: el conocimiento del misterio de la misericordia Divina, su contemplación en lo cotidiano y la actitud de confianza en Dios, y el amor misericordioso hacia el prójimo. Otros rasgos que completan la imagen de esta escuela son: el amor a la Iglesia y a la Eucaristía, y la devoción a la Madre del Dios de la Misericordia. Algunos de estos elementos, los que aparecen también en otras escuelas de espiritualidad, en la escuela de Santa Sor Faustina tienen el colorido característico de la misericordia.
La fundadora de esta escuela, Santa Sor Faustina, fue formada directamente por Jesús mismo. Él era su Maestro; Él, a través de diferentes experiencias místicas y palabras, la instruía y configuraba su espiritualidad para mostrar con ella el modelo de perfección cristiana, basado totalmente en el misterio de la misericordia Divina. La escuela de Santa Sor Faustina es profundamente evangélica, porque hace referencia a los fundamentos mismos de la cristiandad (la actitud de confianza en Dios y de misericordia ante el prójimo), y al mismo tiempo es universal, porque está destinada y es accesible a cada persona, independientemente de su vocación, condicionamientos sociales u otros. En esta escuela moldean su vida espiritual los actuales apóstoles de la Divina Misericordia que llevan al mundo el mensaje sobre el amor misericordioso de Dios para cada persona.