La Madre de Dios de la Misericordia
María es la que de manera singular y excepcional ha experimentado la misericordia y, también de manera excepcional, ha hecho posible con el sacrificio de su corazón la propia participación en la revelación de la misericordia divina. María es la que conoce más a fondo el misterio de la misericordia divina. Sabe su precio y sabe cuán alto es. (DM, 9)