La Madre Eva de los príncipes Sułkowski, condesa Potocka
(1814 – 1881)
La fundadora de la Congregación
Nació el día 22 de octubre de 1814 en Varsovia, como la cuarta de entre los cinco hijos del matrimonio de nobles polacos, el príncipe Antoni Pablo Sułkowski y Eva Kicka. En el bautizo recibió el nombre de Eva. Después de la muerte de su madre, en el castillo de Rydzyna, permaneció bajo la tutela de su padre, quien velaba por la educación y formación de sus hijos en el espíritu de los valores cristianos y patrióticos. En 1838 se casó con el conde Vladislao Potocki, de Chrząstów cerca de Częstochowa. Tras la muerte de su esposo, y como que no habían tenido hijos, empezó a contemplar la posibilidad de dedicar su vida completamente a Dios y fundar una obra de misericordia. Siguiendo el consejo de su director espiritual, el padre Segismundo Golian, junto con dos compañeras más, viajó a Laval (Francia) para familiarizarse con los métodos de trabajo en la mejora y reforma de las vidas de muchachas y mujeres que habían llevado una vida moral desordenada, bajo la supervisión de la madre Teresa Rondeau. Después de haber hecho un breve noviciado, llegó el día de su toma de hábito, en el que recibió su nombre de religión: Teresa. Ella sacó de Laval, la experiencia que había adquirido y las premisas que iban a garantizar el mismo modelo de vida conventual y de trabajo apostólico de una nueva institución independiente, que pensaba iniciar en Polonia. Después de regresar al país, aceptó la invitación del arzobispo de Varsovia, Segismundo Szczęsny Feliński, para ponerse al cargo y tomar la dirección de la “Casa Refugioˮ, en la calle Żytnia de Varsovia, casa que se consagró el día 1 de noviembre de 1862. Esta es la fecha que se considera como el principio de la existencia de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, en Polonia. En 1868, la madre Potocka abrió una casa en Cracovia. En 1878 aceptó la propuesta hecha por la Congregación de Laval de juntar ambas comunidades religiosas, la de Polonia y la de Francia, con el fin de solicitar la aprobación canónica por parte de la Santa Sede. Después de recibir el decretum laudis de la Santa Sede, la Madre Potocka gestionó las casas polacas como Vicaria de la provincia polaca, dependiente de la Superiora General de Laval. Falleció después de una larga enfermedad, el día 6 de julio de 1881 en Wilanów, y fue enterrada en la tumba de la Congregación, en el Cementerio Powązki de Varsovia.