Esta vigilia, acompañada de la oración, el ayuno y otras mortificaciones, emprendida por amor a Jesús, es una preparación directa para la celebración de su nacimiento como hombre. Según la tradición cristiana, junto con «la primera estrella en el cielo» (en referencia simbólica a la estrella de Belén, que anunció el nacimiento de Jesús), en las casas, conventos y en las distintas comunidades, todos nos sentamos a la cena de Nochebuena. Las familias polacas comparten la „oblea” e intercambian entre sí saludos, que son una oportunidad para el perdón y la reconciliación, para crear una atmósfera de amor en la que Dios está presente. Santa Faustina describe en el «Diario» varias Nochebuenas. Durante la última, que experimentó en 1937 en Cracovia, escribió: Antes de la cena entré un momento en la capilla para compartir espiritualmente el “oplatek” con las personas que me aman y son queridas a mi corazón, pero que estaban lejos. Primero me sumergí en una oración profunda y pedí al Señor gracias para ellas y después para cada una individualmente. Jesús me hizo saber cuánto le agradaba eso, y una alegría aun mayor llenó mi alma por ver que Dios ama particularmente a los que nosotros amamos. Cuando entré en el refectorio, durante la lectura toda mi alma fue sumergida en Dios. Vi interiormente la mirada de Dios [dirigida] a nosotros con gran agrado. Me quedé a solas con el Padre celestial. En aquel mismo instante conocí más profundamente las tres Personas Divinas que contemplaremos durante toda la eternidad y después de millones de años nos daremos cuenta de haber apenas comenzado nuestra contemplación. Oh qué grande es la misericordia de Dios que admite al hombre a una participación tan grande en su divina felicidad, pero al mismo tiempo un gran dolor traspasa mi corazón por el hecho de que muchas almas han despreciado esta felicidad. (D. 1438-1439). ¡Que Dios encuentre un lugar en cada hogar, en cada mesa de Nochebuena y en cada corazón humano! ¡Porque solo en Él, en Su misericordia, el mundo encontrará la paz, y el hombre la felicidad!