Noviembre es un mes especial dediado a ejercer la misericordia hacia los difuntos cuyas almas permanecen en el purgatorio y allí maduran a la plenitud del amor. Santa Sor Faustina visitó ese lugar en sus experiencias místicas y lo describió en Su “Diario”: Vi al Ángel de la Guarda que me dijo seguirlo. En un momento me encontré en un lugar nebuloso, lleno de fuego y había allí una multitud de almas sufrientes. Estas almas estaban orando con gran fervor, pero sin eficacia para ellas mismas, sólo nosotros podemos ayudarlas. Las llamas que las quemaban , a mí no me tocaban Mi Ángel de la Guarda no me abandonó ni por un solo momento. Pregunté a estas almas ¿cuál era su mayor tormento? Y me contestaron unánimamente que su mayor tormento era la añoranza de Dios. Vi a la Madre de Dios que visitaba las almas en el Purgatorio. Las almas llaman a María “La Estrella del Mar”. Ella les trae alivio. Deseaba hablar más con ellas, sin embargo mi Ángel de la Guarda me hizo seña de salir. Salimos de esa cárcel de sufrimiento. [Oí una voz interior]que me dijo: Mi misericordia no lo desea, pero la justicia lo exige (“Diario” 20).