Quienes más ayudaron a Sor Faustina en la vida espiritual, el discernimiento y en el cumplimiento de su misión profética, fueron los sacerdotes: el confesor y director espiritual que tuvo en Vilna fue el padre Miguel P. Sopoćko, y en Cracovia, el P. José, Andrasz SJ.
El Padre José Andrasz SJ desde 1932 fue el confesor trimestral del noviciado de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia-Lagiewniki, pero también se confesaban con él las hermanas profesas. La primera vez que Sor Faustina pudo confesarse con él fue durante el retiro que hizo justo antes de hacer sus votos perpetuos, en abril de 1933. El Padre Andrasz se convirtió en su director espiritual permanente en los últimos años de su vida, que los pasó en Cracovia. En total, el Padre Andrasz fue confesor de santa Faustina por más de 2 años y medio. Luego, después de su muerte, se comprometió en la realización de su misión. Fue bajo su supervisión que se pintó la imagen de Jesús Misericordioso, obra realizada por Adolf Hyła, imagen hoy en día tan conocida por las cuantiosas gracias que se dan en el santuario en Cracovia-Lagiewniki; él también fue quien inició la devoción en honor de la Divina Misericordia en la capilla del convento de la Congregación en Lagiewniki (1943) y también la celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia (1944). Asimismo, por iniciativa suya, hizo que se empezaran a recoger las memorias sobre Sor Faustina; su libro, «La Misericordia de Dios… en Vos confiamos”, que divulgaba la devoción a la Divina Misericordia según la forma transmitida por Sor Faustina, se fue traduciendo a muchas lenguas y de ese modo se difundió por todo el mundo en ediciones de grandes tiradas. También fue el autor de la primera biografía de la Apóstol de la Divina Misericordia. Una primera biografía breve apareció en el libro, «La Misericordia de Dios… en Vos confiamos», mientras que una extensa biografía más completa, que no llegó a terminar, se quedó en forma de manuscrito.
El Padre José Andrasz SJ nació el 16 de octubre de 1891, en Wilopol, cerca de Nowy Sącz, en el seno de una familia de diez hijos. Después de finalizar la escuela secundaria en Nowy Sącz, a los 15 años, ingresó en la Compañía de Jesús, y después de dos años de noviciado, hizo sus primeros votos. Luego estudió filosofía y teología en Polonia y en Grafenberg (Alemania); el día de su cumpleaños, un 19 de marzo de 1919, fue ordenado por el obispo Anatol Nowak, en la Iglesia de santa Barbara, en Cracovia. A continuación emprendió un trabajo como redactor en la editorial de los padres jesuitas de Cracovia y se involucró en la difusión del culto al Sagrado Corazón de Jesús. Puso en marcha una serie de publicaciones llamadas: «Biblioteca de la Vida Interior», en la que se publicaron más de 40 volúmenes con las obras más destacadas de temática ascético-mística. Además de temas sobre la vida espiritual, el P. Andrasz se dedicó, como escritor, a propagar el culto al Sagrado Corazón de Jesús, al Apostolado de la Oración y a la Liturgia. Su libro, titulado «Junto al sacerdote», que muestra al lector la insondable riqueza de la Eucaristía, se convirtió en una obra de gran éxito y llegó a alcanzar más de 20 ediciones. En 1930 se convirtió en el Secretario del Apostolado de la Oración Nacional y de la obra de la Consagración de las Familias, siendo el director de dichas obras en la diócesis de Cracovia y Częstochowa, funciones que ejerció hasta 1953. El mayor logro del trabajo pastoral del P. Andrasz en este ámbito fue la consagración al Corazón de Dios, no sólo de las familias o de las parroquias, sino de toda la nación, acontecimiento que tuvo lugar el 21 de octubre de 1951. Entre los años 1923 y 1928 editó “Nasze Wiadomości” (Nuestras Noticias), donde publicó numerosos artículos sobre temas históricos. Durante 10 años (1930-1940) fue editor de “Posłaniec Serca Jezusowego” (Mensajero del Corazón de Jesús), y también durante un año entero fue director de la editorial del Apostolado de la Oración (1936-1937). Gracias a su empeño, se publicó una nueva edición del «Nuevo Testamento», traducido por J. Wujek. Al mismo tiempo era un eminente predicador de retiros, confesor y director espiritual. No sólo confesaba a Sor Faustina, también era confesor de muchas personas que llevaban una vida espiritual profunda y una vida mística cuidada, entre otras cabe destacar Sofía Tajber, fundadora de la Congregación de las Almas de Cristo. Fue confesor ordinario y extraordinario de las siguientes congregaciones: las Hermanas de Nazaret, las Ursulinas, las Hermanas Sacré-Coeur, las Hermanas de la Congregación de la Madre de la Misericordia y de muchas otras congregaciones.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el Colegio de los Padres Jesuitas de la calle Copérnico, en Cracovia, fue convertido por los alemanes en un hospital militar, el P. Andrasz residió en diversos lugares, aceptando la hospitalidad de las monjas a las que asistía con su trabajo pastoral. En 1942. La Madre Irene Krzyzanowska le invitó como capellán al convento de las Hermanas de la Congregación de la Madre de Misericordia en Lagiewniki y allí permaneció hasta 1945. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte, el 1 de febrero 1963, se dedicó al apostolado de la Divina Misericordia. Su cuerpo yace en la tumba de los Padres Jesuitas en el Cementerio Rakowicki, de Cracovia.