Cada año, el 1 de enero, en todos los conventos de la Congregación de Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia se celebra el sorteo de Patronos anuales. Gracias al “Diario” sabemos que se trata de una tradición a la que santa Sor Faustina daba mucha importancia. Quería tener a una Persona en el Cielo que la acompañara de modo especial en el Año Nuevo.
Durante la meditación, escribió, se despertó en mí uno de estos deseos secretos: aquel que Jesús Eucarístico fuera mi patrono particular también para ese año, como anteriormente. Sin embargo, ocultando a mi Dilecto ese deseo, hablé con Él de todo excepto de aquello que deseaba tenerlo como patrono. Al venir al refectorio a desayunar, después de hacer la señal de la cruz, empezó el sorteo de los patronos. Al acercarme a las estampitas con los nombres de los patronos, tomé una, sin reflexionar, sin leer en seguida; quise mortificarme algunos minutos. De repente oí una voz en mi alma: “Soy tu patrono, lee”. En aquel mismo momento miré la inscripción y leí: “Patrono para el año 1935 la Santísima Eucaristía”. Mi corazón se estremeció de alegría (Diario 360).
A los patronos también pueden sortear las personas relacionadas con la Congregación: sacerdotes, colaboradores, miembros y voluntarios de «Faustinum», amigos, invitados…, así como los internautas de la página web: www.santafaustina.es .
Junto con el Patrono reciben un mensaje, casi siempre del «Diario» de Santa Faustina, y una práctica de misericordia, en la mayoría de los casos es una intención de rezar.
Que los santos Patronos nos apoyen y nos ayuden a vivr una vida bella y a participar más plenamente en la vida y la misión de Jesús, revelando al mundo el amor misericordioso de Dios.