Después de haber recibido la formación básica y de haber pasado con resultado positivo el examen o prueba final, todo miembro de «Faustinum», si lo desea, y tiene un confesor permanente, puede pedir permiso para hacer la promesa de consagración al servicio de la Divina Misericordia, lo cual se hace inicialmente por un período de 1 año, y después de 5 años de ir renovando la promesa, se hace de modo definitivo, de por vida.
A continuación se dan algunos detalles de la Regla de de los miembros “Faustinum”:
Fragmentos de la Regla de de los miembros “Faustinum” 32. De conformidad con el parágrafo § 12, punto 4 de los Estatutos de la Asociación Faustinum los miembros pueden hacer una promesa para consagrarse (acto de consagración) al servicio de la obra de la Divina Misericordia que el Señor Jesús inició en la Iglesia a través de santa Faustina. 33. Al hacer esta promesa, los miembros de Faustinum quieren participar más plenamente en la vida y misión de Jesús Misericordioso; por eso se comprometen a:
34. Las promesas pueden ser hechas por los miembros de Faustinum que cumplan las siguientes condiciones:
35. Al tomar la decisión de hacer las promesas, los miembros de Faustinum deben tener presente que van a entrar en una vida espiritual más profunda, por lo que deberían tratar de ser fieles a los compromisos que han tomado, después de haberlo discernido bien en la oración. 36. Las promesas se hacen por un período de un año y se podrán renovar durante cinco años consecutivos, momento a partir del cual la persona se consagra de por vida. El Consejo Directivo de la Asociación acepta las promesas, tanto las temporales como la perpetua, por mayoría absoluta de los votos (50 % + 1), en virtud de la solicitud del miembro de Faustinum con el motivo de la petición y con el certificado del sacerdote a cargo de la comunidad Faustinum, o bien del sacerdote que acompaña a la persona que solicita la admisión para hacer las promesas. 37. El texto de la promesa es el siguiente : En respuesta a la gracia del Espíritu Santo, en unión con Jesús Misericordioso, yo… … … me entrego a Ti, Dios uno y Trino, y me comprometo a proclamar tu misericordia al mundo entero durante un año (toda mi vida), con mi testimonio de vida, con la palabra y la oración, para que a través mío el mensaje de la Misericordia llegue a muchas personas y llene sus corazones de esperanza. Quiero ser un instrumento en las manos de Tu Misericordia que cumpla Tu santa voluntad. ¡Que María, Madre de Misericordia y santa Faustina me ayuden! Amén. |
Traducción del polaco: Xavier Bordas Cornet