31 de julio en el calendario litúrgico es el recuerdo de San Ignacio Loyola- fundador de la Compañía de Jesús y uno de los patrones de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia. En la historia de la Congregación está presente la espiritualidad ignaciana. Santa Faustina en su «Diario» menciona dos veces a este Santo, una vez cuando escribe sobre sus consejos sobre los votos de obediencia y otra vez describiendo la visión que tuvo en 1935: Día de San Ignacio. Recé fervorosamente a este Santo reprochándole ¿cómo podía mirarme y no venía en ayuda en las cuestiones tan importantes como lo es el cumplimiento de la voluntad de Dios? Le decía a este Santo: Oh nuestro Patrono, que has sido inflamado por el fuego del amor y del celo por la mayor gloria de Dios, te ruego humildemente, ayúdame a cumplir los designios de Dios. Fue durante la Santa Misa. Entonces al lado izquierdo del altar vi a San Ignacio con un gran libro en la mano, diciéndome estas palabras: Hija mía, no soy indiferente a tu causa. Esta regla se puede aplicar también a esta Congregación; indicando el libro con la mano desapareció. Me alegré muchísimo viendo cuánto los santos piensan en nosotros y lo estrecha que es la unión con ellos. Oh bondad de Dios, que bello es el mundo interior porque ya aquí en la tierra nos relacionamos con los santos. Durante el día entero sentí la cercanía de este querido Patrono mío. (D. 448)